Los colores de los alimentos nos conectan con los sentimientos

Nosotros no nos alimentamos solo para satisfacer nuestro apetito sino también para nutrir nuestro deseo de belleza, de armonía. Aún antes de probar el alimento lo observamos, valoramos el color, la forma, percibimos diferentes emociones y sensaciones. A cada color le corresponden diferentes estados de color, además de nutrirnos, su valor cromático actúa sobre nuestros niveles de energía y salud.

La naturaleza nos proporciona una maravillosa paleta de colores, geometrías, texturas y formas perfectas. A través de los colores podemos percibir la magia de nuestro ser sobre la Tierra. Los colores forman parte de nosotros, marcan el ritmo de nuestra existencia día a día. Son una forma de conocimiento del mundo, de nosotros mismos, un medio de comunicación; son alimento para nuestros sentidos; son un instrumento para llevar la luz dentro de nosotros, porqué sin la luz, los colores y la vida misma no existirían.

Cocinar es un arte donde nuestro plato es el lienzo, los ingredientes los colores y las técnicas los pinceles. Nuestro plato transmite alegría, tristeza, dolor, gozo, enojo y tantas cosas más que se esconden en el alma.

“El color es un medio para realizar una influencia directa sobre el alma”. Podemos contagiar con el verde: equilibrio y renacimiento, rojo: energía y vida, amarillo-naranja: alegría y calor, azul-índigo-violeta: libertad y creatividad, marrón: quietud y raíces, blanco: origen y pureza, negro: caos y luz interior. Dejamos entrever nuestras emociones, lo que sentimos y lo que somos con el color de cada bocado dispuesto en nuestro plato.

¿Y tú, qué deseas contagiar con tus creaciones en un plato?

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